9/8/18

El mundo de los dulces: del pasado al futuro


Consumo pocos dulces. Pero cuando veo a algún conocido comiendo algún pastelillo o snack, siempre suelo preguntarle: "¿y el cromo?". La respuesta es casi siempre la misma: "No hay cromo". "¿Ya no traen cromo?" -insisto yo. "No, ahora esas cosas ya no vienen". Esas cosas no vienen. En efecto. Los cromos, o mejor aún, "adhesivos", eran esos "extra" que nos incentivaba de pequeños -por si necesitábamos aún más motivación- para adquirir ese dulce o golosina, ese chicle, patatas fritas o pastelito. Ahora es cierto que -algunos, a un precio más elevado- traen alguna "sorpresa" de penosa calidad casi siempre (bueno, vale: siempre) y hecha en China. Por eso me ha resultado muy curiosa la gráfica que he encontrado por mi banco de imágenes, y que debí recoger algún día por la Red. En ella se nos compara lo que eran los dulces antes, y lo que son ahora.

Hay multinacionales que han decidido no solo ofrecer menos por el mismo precio, sino "racanear" incluso en producto (Toblerone es un buen ejemplo de ello, modificando su diseño para que las barras de 400 gr. pasaran a ser de 360 gr., y las de 170 gr. a 150 gr.). Ahora ciertamente parecen productos más elegantes, más atractivos, pero, ¿ofrecen más cosas? Realmente no. Puede que -por imperamento legal y por obligación, casi siempre- sean más sanos, pero la experiencia con ellos es más desagradable en el sentido de que ves que adquieres mucho "hueco" sin nada, y ya no hay cromo. Ya no hay cromo.






Por cierto, fijaros en la comparativa, el gracioso detalle de las "hormigas":


| Redacción: CadenaCuatro.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario