2/10/18

Los errores de estilo en el Baume & Mercier Clifton


Uno de los últimos lanzamientos de la firma suiza Baume & Mercier (del Grupo Richemont) es el Clifton Baumatic (una forma de denominar los movimientos mecánicos-automáticos de Baume & Mercier, en este caso con reserva para 5 días). El reloj tiene un exageradísimo precio de más de 2.500 € (según versiones, algunas son más caras), pero no era esto de lo que os queríamos hablar, sino de su estética. A mi modo de ver, es un ejemplo perfecto para dejar patente (en nuestra modesta opinión, por supuesto) lo que no debe hacerse con un reloj analógico.

En seguida nos daremos cuenta de varias peculiaridades, que denotan bien a las claras que, aunque un reloj tenga un precio elevadísimo, esto no quiere decir que esté bien diseñado ni que sea práctico (esto no quita para que su calibre sea excepcional y por diversos motivos valga el precio que piden por él, obviamente, de la misma manera que con un Ferrari no podremos transportar lo que sí podemos llevar en una furgoneta, y sin embargo el Ferrari cuesta más que la furgoneta...).




Una de las cosas que, a mi modo de ver, nunca se debe hacer en un analógico, es que su manecilla de las horas (la pequeña) alcance las marcas horarias. Más aún es esto importante cuando en lugar de números usamos eso, marcas. Y más importante aún cuando el diseño de esas marcas, sigue el mismo patrón de diseño que la manecilla. La razón es que cuando la manecilla de las horas, y la manecilla minutera, se encuentran sobre una de las marcas, si quieres consultar la hora desde lejos o/y tienes algún problema de visión, te va a parecer que los minutos son las horas, y viceversa. De manera que o pierdes mucho tiempo mirando la hora, o puede llevar a confusión.

Otro detalle en el que también este Clifton Baumatic de Baume & Mercier cae y el cual resulta molesto, es cuando la aguja segundero supera la línea superior de las marcas horarias o, si se quiere así, entra en la zona de la esfera imaginaria superior a las líneas punteadas de los minutos. En este caso es aún más grave, puesto que en el Baume & Mercier MOA10399 (que así se denomina a esta versión) esa zona se encuentra grabada cada cinco minutos con las marcas de dos dígitos de minutos, y siendo estas ya suficientemente pequeñas, el segundero no permite controlar bien su lectura.


Que el segundero entre en la zona de las marcas de minutos (las pequeñas líneas grabadas entre los índices principales) no importa, de hecho facilita bastante la lectura, como en el diseño de este ejemplo, pero no cuando sale de ahí y se extiende "fuera de su zona".

Creo que, en su simplicidad, el diseño de este Clifton Baumatic es enormemente caótico, y cuando uno piensa que, encima, tiene que pagar más de 2.000 € por semejante "desastre" estético y práctico (dejemos los gustos aparte), se encuentra que no tiene lógica ni sentido. Creo que en Baume & Mercier deberían aprender un poco sobre el diseño de buenos relojes con índices de Maurice Lacroix, cuyo ejemplo de un reloj práctico, bonito y a la vez útil, os ponemos en la última imagen. Por cierto que, además, es más barato: unos 1.600 €.



| Redacción: CadenaCuatro.com

1 comentario:

  1. Si no hubiera visto el precio, diría que lo del segundero más que un fallo de diseño es de construcción. Qué desastre!

    ResponderEliminar