
Situado en la comarca de Matarraña (provincia de Teruel), Monroyo, en una localidad relativamente despoblada (unos cinco habitantes por kilómetro cuadrado) en la cual se encuentra la torre del reloj. Se trata de una construcción que inicialmente comprendía un castillo, y del cual solo queda en pie la torre que veis. Como suele ser habitual, el enclave elegido era privilegiado: unas vistas espectaculares a todo alrededor, y en un sitio relativamente inaccesible, en medio de una gran altiplanicie.
La torre (y sus restos) es Bien de Interés Cultural, y los primeros datos de los que tenemos constancia es de la Edad Medieval, en 1169, como parte del dominio de la Orden de Calatrava en 1209. Dentro de sus murallas se encontraba también la iglesia de Santa María de la Mola (del siglo XII), que era la iglesia de la villa hasta que se construyó una nueva en el siglo XIII.

Las ruinas que quedan del castillo, tras varios incendios, son vestigios de la muralla en la zona norte. La razón de que no haya mucho en pie es que, según cuenta la tradición, tras el devastador incendio que produjeron las tropas carlistas del general Llagostera, en 1839, el cual arrasó el casco urbano, las piedras del castillo fueron aprovechadas para la reconstrucción del pueblo. Actualmente, además, en la base que era parte del castillo existen los depósitos de agua.
La torre posee un reloj (en realidad una esfera en sus caras) arábigo con fondo blanco, además de una campana y una veleta en el tejado, dotando todo ello al conjunto de una espectacularidad, también por el enclave elegido, fuera de toda duda.




| Redacción: CadenaCuatro.com
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